Hoy queremos compartirte lo que son los polos a la mexicana, o paletas mexicanas como realmente se les conoce en muchos países. También queremos hablarte un poco de su historia. Las paletas son helados de fruta fresca elaborados tradicionalmente con ingredientes naturales. Aunque físicamente son muy parecidas a los polos, su intensidad de sabores claramente reconocibles como naturales las hace únicas y deliciosas. Las heladerías en México son más comúnmente conocidas como paleterías y aunque las encuentras por todo el país, su origen se remonta a un pequeño pueblo de Michoacán llamado Tocumbo. Las filas de paletas con su gran colorido hacen que la vitrina que las contiene sea una fiesta visual y todo un plan para cualquier edad.

Inspirados en las paleterías de México, en Lupita Paleta hemos querido rescatar este tesoro no tan conocido de la gastronomía mexicana para darlo a conocer en Madrid, con una doble dosis de pasión por los ingredientes naturales y los alimentos saludables.

LOS ORÍGENES MISTERIOSOS DE PALETAS

Mientras que algunos historiadores de la comida creen que el helado se originó en China y fue traído a Europa por Marco Polo, los orígenes de la paleta son menos claros. Algunos piensan que los sirvientes buscaron hielo del volcán Popocatépetl, cerca de la ciudad de México, para los emperadores aztecas que lo mezclarían con fruta fresca. Pero esta historia parece más una leyenda que una realidad.

Una explicación más creíble se remonta a principios de 1800. México estaba celebrando su independencia, y eso significaba el monopolio de España sobre el hielo y los altos impuestos sobre él habían terminado. La gente común podía permitírselo y pudieron experimentar, agregando fruta fresca para crear algo delicioso y práctico para combatir el calor.

Mucho más tarde, en la década de 1940. La Michoacana, una empresa familiar con sede en Tocumbo, Michoacán, comenzó a abrir heladerías en la ciudad de México y las paletas mexicanas se volvieron un rotundo éxito. Sus populares paletas a base de leche incluyen desde entonces una variedad de sabores únicos: café, coco, ciruela, piña, chocolate, tarta de queso de mora y chongos zamoranos (a base de un postre mexicano elaborado con leche cuajada).

Las variedades no lácteas a base de hielo vienen en sabores tan refrescantes como tamarindo y guanábana, guayaba, sandía y melón, mango, fresa, limón y uva con pepino y chile en polvo.

Las paletas también pueden sumergirse en diferentes chocolates (en Lupita Paleta lo llamamos dippings) y cubrirse de nueces trituradas, chispas de chocolate, coco rallado o incluso chile entre muchas otras opciones (es lo que encontrarás en Lupita Paleta como toppings). La imaginación es la única limitación.

Como puedes ver, aunque parecidas a los polos de toda la vida, las paletas mexicanas son una delicia singular que vale la pena probar.