Existen tantos sabores de paletas mexicanas como creatividad del propio maestro paletero. La paleta mexicana es una tipo de helado sabrosísimo, caracterizado por su explosión de sabor y de frutas. Elaboradas con frutas mezcladas, jugos frescos y acentos sabrosos, la paleta fue el nacimiento de los sabores congelados que ahora tanto nos gustan: mango con chile, pepino con lima y arroz con leche condimentado con vainilla y canela.

Las paletas son muy populares en México desde los años 40, incluso hay una ciudad en Michoacán, Tocumbo, que recibe a los visitantes con una estatua gigante de una paleta rosa en la entrada de la ciudad. Los sabores de las paletas son infinitos, pero las variedades raras, o diferentes destacan:

paleta nance

Paleta Nance

Nance es una fruta amarilla pequeña similar a una cereza, con una piel brillante y conuna carne jugosa y crujiente. Encapsulada en una paleta, la fruta agridulce irradia un sabor dulce que recuerda a la cereza molida y al albaricoque almizclado.

paleta mamey

Paleta Mamey

Se trata de unas frutas muy raras de conseguir en los mercados de la ciudad. Se consigue rompiendo la cáscara que parece de papel de lija que envuelve a esta pequeña fruta de tamaño de una pelota de fútbol. La fruta es de color anaranjado y tiene un núcleo interior negro. Congelado en una paleta, el sabor del mamey es sin duda delicioso. La carne es mantecosa y aromática.

paleta grosella

Paleta Grosella

Las Grosellas frescas son fáciles de conseguir en los mercados. Se trata de una fruta del color del rubí, transparente que parecen pequeñas joyas. Demasiado ácidas para comer crudas, las grosellas son buenas como mermelada, horneadas en pasteles o congeladas en helados y sorbetes. La paleta de grosella tiene un sabor similar al perfume de las flores, muy dulce.

paleta rompope

Paleta Rompope

El Rompope es un ponche de huevo mexicano, hecho con leche, yemas de huevo y un poco de ron por lo que no es apto para los niños.

Se trata de un sabor perfecto para disfrutar en una paleta: helado, cremoso y lo suficientemente dulce, enriquecido con pequeñas motas de canela suave. En Tijuana, los vendedores de la calle venden hielo rompope en tubos cilíndricos congelados que pueden comprar los conductores desde el mismo coche.